Siguiendo la tendencia de las hortalizas de hoja en cultivo de interior, el sector añade ahora las fresas a la cartera de productos que pueden cultivarse en granjas de interior. Aún más importante que con las hortalizas de hoja es la investigación sobre la genética y el procedimiento de cultivo correctos de la fresa. La cuestión clave es cómo optimizar el rendimiento de la producción manteniendo al mismo tiempo una calidad superior del producto.
En cuanto a los protocolos de cultivo, los investigadores están estudiando la posibilidad de sustituir el uso intensivo de medios de cultivo.
Las fresas pueden dividirse en dos categorías principales: Las variedades "June-bearing" y las "ever-bearing". Las variedades June-bearing producen abundantemente durante un periodo de 3 a 4 meses, mientras que las everbearing pueden estar en producción de 10 a 11 meses. En las variedades June-bearing, la estrategia de producción de plantas jóvenes y de reposición de la cosecha es importante, al igual que la desviación común en el tamaño de los frutos durante el periodo de crecimiento. En cambio, la producción de las variedades perennes es más estable en el tiempo y producirá frutos de tamaño más uniforme.
El uso de LED es un aspecto crucial en el cultivo interior de fresas. En los invernaderos de fresas vemos que los cultivadores utilizan lámparas Farred especiales para aumentar la producción. Sin embargo, el control total del suministro de luz sólo puede lograrse en un cultivo de interior. Esto se traduce en una mayor producción de azúcares (Ladrillos) en los frutos, lo que suele ser un indicativo de la calidad del producto.
Los largos tiempos de transporte de las fresas frescas también influyen mucho en la calidad del producto. El transporte aéreo, en particular, donde los productos se congelan y descongelan, reduce la calidad del producto. En este sentido, la producción local de fresas puede ser muy beneficiosa y, afortunadamente, se puede conseguir en cualquier clima.
El principal reto del sector es conseguir que el cultivo de la fresa sea competitivo en costes. Para ello es necesario seleccionar y/o desarrollar la genética de semillas adecuada, centrarse en una estructura de cultivo sencilla y reducir los costes operativos de consumibles y mano de obra.