La tecnología de los invernaderos nos proporciona las herramientas para cultivar las plantas deseadas independientemente de los factores exteriores. Para proporcionar a las plantas las condiciones que necesitan para prosperar, creamos un clima interior. Esto nos permite cultivar lo que queremos, donde queremos. La aplicación de la tecnología en los invernaderos conlleva costes de inversión y de explotación. Por lo tanto, cada inversión realizada debe amortizarse con las ventas de los productos porque, en la mayoría de los casos, el invernadero tiene que ser una empresa rentable. Por lo tanto, tener en cuenta los precios del mercado es tan importante como la ubicación climática en la que se construirá el invernadero.
¿Dónde crecer?
¿Dónde crecer?
Gestión del clima
La introducción de tecnología inteligente permite gestionar el clima de los invernaderos independientemente de las condiciones climáticas locales. Aplicar sistemas de calefacción permite cultivar plantas tropicales en regiones frías. Introducir sistemas de refrigeración, deshumidificación o aplicar humedad adicional en el invernadero puede mejorar el clima de cultivo. Añadir dióxido de carbono puede mejorar aún más la fotosíntesis de las plantas, aumentando la calidad y la cantidad de la producción.
Nivel de inversión
Independientemente de la región en la que se encuentre el invernadero, las condiciones climáticas pueden superarse. Sin embargo, la tecnología para superar estos retos climáticos implica inversiones. El nivel de tecnología introducido en el invernadero viene determinado por muchos más factores que el clima. Hay que tener muy en cuenta la inversión inicial en el invernadero, pero también los costes operativos. Reducir la mano de obra mediante la automatización e invertir para ahorrar en el consumo de energía puede suponer una ventaja competitiva para la explotación del invernadero.
¿Productos de primera calidad cultivados en su zona?
¿Productos de primera calidad cultivados en su zona?
El futuro de la agricultura alimentaria
Agricultura urbana
En nuestra visión del Futuro de la Agricultura Alimentaria, creemos que las grandes ciudades pueden abastecerse de productos locales procedentes de invernaderos situados en pueblos cercanos, muy al alcance de los vehículos eléctricos. La región de Westland, en los Países Bajos, donde estamos ubicados, es un gran ejemplo de este principio. Todos los suministros, infraestructuras y conocimientos necesarios están disponibles en esta región, lo que permite a los cultivadores producir a bajo coste. Con ciudades como Ámsterdam, La Haya, Rotterdam e incluso Amberes en Bélgica a una hora en coche, la convierte en una zona de producción casi urbana.
Agricultura urbana (de interior)
Más cerca de las ciudades, o incluso dentro de ellas, los costes del suelo aumentan considerablemente. Con un alto coste de la propiedad, crear un caso de negocio se hace difícil. Como DutchGreenhouses, creemos que, en algunos casos, la agricultura urbana puede ser una gran alternativa para la producción en invernaderos (cerca de las ciudades). Con nuestras soluciones inteligentes de agricultura vertical podemos producir determinados cultivos de forma muy eficiente, en una superficie reducida. Especialmente en los casos en que la energía es relativamente barata, si se seleccionan los cultivos adecuados, las instalaciones de cultivo de interior en las grandes ciudades pueden sin duda formar parte del Futuro de la Agricultura Alimentaria.