Tradicionalmente, para calentar un invernadero se utiliza una caldera central de gas que calienta el agua que se distribuye por el invernadero. Este método de calefacción radiante funciona según el mismo principio que el sistema de calefacción central de los hogares. La temperatura y el flujo del agua calentada por todo el invernadero pueden controlarse con precisión mediante sistemas automatizados de bombas y válvulas.
Sistema de raíl tubular y calefacción de banco
El sistema de calefacción más común en los invernaderos comerciales es el raíl tubular polivalente. Especialmente con cultivos de hortalizas, el sistema de calefacción por raíl tubular se utiliza mucho porque ofrece una ventaja logística importante como vehículo de mantenimiento y cosecha y porque el raíl tubular se utiliza como pista. En los casos en que se utiliza un sistema de mesa, pueden emplearse cultivos como lechugas, hierbas, plantas en maceta y cannabis. El raíl tubular se coloca en los soportes de la mesa, creando el mismo efecto, pero perdiendo las ventajas logísticas.
Calefacción monorraíl
El monorraíl se utiliza principalmente en invernaderos que no disponen de las ventajas logísticas del sistema de calefacción por raíles tubulares. Los monorraíles son tubos suspendidos del armazón, por lo que proporcionan calor desde arriba, pero por debajo de las pantallas. Durante la ingeniería, deben tenerse en cuenta las cargas estructurales de este sistema, incluida la forma en que se utiliza el sistema de monorraíl. El monorraíl permite suspender carros de la cercha y pasar por encima de los cultivos para cosecharlos, cuidarlos y mantenerlos.
Tubos de cultivo y calefacción
Un circuito de agua caliente habitual en la producción de hortalizas es el tubo de cultivo. Los tubos de cultivo son tubos individuales situados a la altura de los frutos en todo el invernadero, lo que permite al horticultor controlar el proceso de maduración.
En climas fríos, el sistema de raíles tubulares y el tubo de cultivo se complementan con un circuito de tubos de nieve. Esto funde la nieve caída de la cubierta del invernadero, sin tener que abrir las pantallas climáticas y desordenar la temperatura a nivel del cultivo. La aplicación de un factor de reducción de "fusión por nieve" durante la ingeniería estructural, puede permitir una estructura general más ligera del invernadero, reduciendo los gastos de capital.