¿Qué cultivar?

En muchos casos, aprovechar la demanda del mercado local es la forma más fácil de empezar con un invernadero. Si se produce un cultivo o una variedad de cultivo que aún no está disponible en las cadenas de supermercados locales, se puede garantizar la demanda si se promociona bien. Debido a los mínimos costes de transporte, existe un gran potencial para competir con los cultivos importados.

Las hortalizas, flores y plantas ornamentales cultivadas en un invernadero holandés son seguras y respetuosas con el medio ambiente. La creciente concienciación sobre el uso de pesticidas, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ofrece grandes oportunidades para invertir en invernaderos con un enfoque "de lo local a lo local". Los productos con la etiqueta "cultivado biológicamente" y "cultivado localmente" se han ganado una posición y un precio superiores en los supermercados. Una tendencia que permite a los invernaderos diferenciar su producto.

Monocultivo frente a cultivos múltiples

El monocultivo es la práctica de especializarse en un cultivo específico en lugar de cultivar múltiples cosechas. Este mismo principio ha ayudado a la región de Westland, en los Países Bajos, a convertirse en lo que es hoy. Los agricultores optaron por especializarse en un cultivo, mientras que los vecinos eligieron otro distinto. El monocultivo aumentaba la cantidad y la calidad de la producción, al tiempo que reducía los costes de producción.

Sin embargo, el deseo de cultivar múltiples plantas en un mismo invernadero no es infrecuente. Este deseo es especialmente fuerte para los empresarios de invernaderos que quieren probar el mercado y no quieren apostar a un solo caballo con un cultivo. Dado que el manejo de las flores y las hortalizas son mundos aparte, se aconseja mantenerse dentro de la "gama de hortalizas" o la "gama de flores" cuando se consideren cultivos múltiples. Para beneficiarse de las economías de escala, el número de cultivos debe mantenerse lo más bajo posible.