Ésta suele ser la última fase en la que interviene un sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado bien diseñado para el cultivo de cannabis. Cuando se cosechan las plantas, aproximadamente el 75% de su peso es agua, porcentaje que suele reducirse a entre el 10% y el 12% en el caso de los productos de flores secas. También es fundamental preservar los cannabinoides durante el proceso de secado, así como los ''terpenos'', los aceites fragantes que dan al producto final su perfil aromático único. El secado de la flor también ayuda a evitar que cualquier elemento biológico, como las esporas de moho, se posen y propaguen en el producto.
El objetivo principal del proceso de secado es eliminar el agua del producto final. En el momento de la cosecha, la planta de cannabis tiene un contenido de humedad de aproximadamente 75% a 80%, lo que significa que de 100 gramos de material cosechado, 20 a 25 gramos es material vegetal y 75 a 80 gramos de eso es agua. La flor seca generalmente se seca hasta un contenido de humedad del 10% al 12%, lo que significa que los mismos 100 gramos de material sin secar se terminan de secar con un peso de 22 a 28 gramos, una reducción total de peso de casi el 75%.